Estas palabras expresan los sentimientos de toda persona que sinceramente ama a Dios y a su Hijo Jesucristo.
La historia de la iglesia está llena de episodios en los cuales hombres, mujeres y aun niños han preferido enfrentarse a la muerte, y ésta de una forma muy cruel, envés de renunciar a lo que está escrito en ese libro. ¿Por qué? ¿Qué es lo que causa que la gente exprese tan grande amor hacia ese libro?
Uno puede observar una revelación progresiva, la cual alcanza su clímax en el último libro de la Biblia, el cual se conoce como "el Apocalipsis (la revelación) de San Juan". El pesimismo de los vedas de los hindúes y el fatalismo del Alcorán de los musulmanes contrastan marcadamente con la esperanza y el triunfo de la palabra de Dios: "Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad" (Apocalipsis 22:14).
Examinemos primeramente las alegaciones acerca de la falsificación. Cuando uno lee las citas del Antiguo Testamento que Jesucristo, los apóstoles, y los rabinos judíos antes y después de Cristo, dijeron, uno no puede encontrar ninguna alteración que cambie el significado original del texto. Es más, ¡los líderes cristianos de los tres primeros siglos citaron tantos versos de las Sagradas Escrituras, que la Biblia casi puede ser reconstruida por medio de tales citas.
Los rollos del Mar Muerto, encontrados en 1947, también testifican acerca de la exactitud de la Biblia de hoy. Verdaderamente, Dios ha sido fiel en preservar su palabra. "Las palabras de Jehová son palabras limpias, como plata refinada en horno de tierra, purificada siete veces" (Salmo 12:6).
"El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán" (Mateo 24:35).
En cuanto a la idea de que la Biblia es demasiado espiritual, podemos decir que ciertamente hay algunos pasajes en los cuales Dios nos dio su mensaje en parábolas o con un significado espiritual. Pero con excepción de esos pasajes donde el contexto muestra claramente que esa es la intención, Dios espera que su palabra sea entendida literalmente, tal como El la ha dado. La Biblia muestra esto en muchas ocasiones.
Por ejemplo, los profetas anunciaron que un niño nacería y que éste sería Dios: "Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz" (Isaías 9:6).
Esta profecía se cumplió literalmente. El apóstol Juan, escribiendo acerca de Jesucristo, nos dice: "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios" (Juan 1:1).
La vida, la muerte, la resurrección, y la ascensión de Jesús demuestran una y otra vez la exactitud del lenguaje de la palabra de Dios. Igualmente, esto nos enseña cómo debemos interpretar la Biblia. Dios predijo detalles y eventos que sucedieron exactamente como El lo anunció. Cuando Dios habla, El dice claramente lo que quiere que entendamos. "No hablé en secreto . . . . Yo soy Jehová que hablo justicia, que anuncio rectitud" (Isaías 45:19).
"Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos" (Jeremías 10:23).
"Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino" (Isaías 53:6).
"No hay justo, ni aun uno. Todos se desviaron" (Romanos 3:10,12).
Reconoce
Lo que la Biblia dice acerca de Jesucristo.
"Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" (Hechos 4:12).
Considera
Las consecuencias de lo que escoges.